Panorama Mundial

sábado, 5 de mayo de 2012

La Ciudadanía Demanda.


                                                                                       By Andrés Saldívar Martínez.

El pasado 13 de abril despertamos con la noticia de que nuevamente una de las candidatas del PRI al Senado por Nuevo León se ve forzada a regresar a su puesto anterior como Alcaldesa de Guadalupe, municipio de la zona metropolitana de Monterrey.
Desde un punto de vista ciudadano esto debe ser celebrado e incluso promovido y aplicado a los otros candidatos, sin distinción de partido, que se encuentran en situaciones similares a las de Ivonne Álvarez, que bien sabemos que en el actual contexto electoral, sobran.
Gran parte del problema actual con el sistema político mexicano y que explica el alto grado de descontento social y ciudadano con él, así como su ineficacia, es que los votantes no se sienten (y no están) representados por sus legisladores o presidentes municipales, senadores y demás políticos en cargos de  elección popular. Esto se debe precisamente a que la clase política mexicana no está vinculada efectivamente con las demandas de la ciudadanía que los elige y en cambio sí lo está y de manera excesiva con sus respectivos partidos políticos. Al separarse de la ciudadanía vive en un su propio mundo de salarios excesivos, caprichos y  privilegios ostentosos. 
El embrollo legal en el que se encuentra Ivonne Álvarez así como el Cabildo y  Ayuntamiento de Guadalupe no es más que una consecuencia de los oídos sordos que la clase política mexicana presta a la sociedad. Es una consecuencia de seguir obstaculizando la posibilidad de aumentar la vinculación e incidencia directa de la ciudadanía en la política  através de instrumentos específicos como la reelección inmediata. Los ciudadanos agraviados y privados de los medios para llamar la atención a sus necesidades se ven  obligados a la búsqueda de otros métodos más creativos de presión hacia la clase política.
El caso evidencia lo disfuncional que se ha vuelto el actual estado de cosas tanto para el político como para el ciudadano. Por un lado la persona que hace una forma de vida la participación política ocupando cargos de elección se ve forzado ,al final de su periodo, de saltar a alguna candidatura para un puesto diferente por la imposibilidad de  reelegirse para el cargo que ya ocupa actividad comúnmente conocida como Chapulineo o Chapulinazo. Dado que las candidaturas están en poder de los partidos políticos, la vinculación y actuación del político será en aras de satisfacer los intereses partidistas. Al mismo tiempo la situación por el lado del ciudadano lo imposibilita para manifestar su aprobación o desaprobación al desempeño del político en el cargo a través del voto.Tan al servicio de los  partidos están los actuales funcionarios del Cabildo de Guadalupe que arriesgan incurrir en delitos penales con tal de permitir que Ivonne siga en campaña. ¿Qué tan mejor estaría el país si tomaran ese tipo de riesgos en pro de sus gobernados?
La pasada reforma política aprobada en el Senado pero luego mutilada en la Cámara de Diputados, preveía romper con la famosa no reelección inmediata sin embargo a pesar del acuerdo por parte del PRD y PAN en el tema hubo una fuerte oposición por parte del PRI surgido desde la bancada de diputados más numerosa, provenientes del Estado de México quienes respondían al actual candidato a la presidencia de la República Enrique Peña Nieto. Siendo puntero en las encuestas no se atrevió a permitir un cambio tan trascendental sino hasta después de tener asegurada la silla presidencial evidenciado el interés personal por encima del colectivo.
La decisión solo abona a la extrema tensión que los problemas ejercen sobre el país, como acertadamente dice el mensaje de niños incómodos: El país ya toco fondo. No hay tiempo. Inseguridad, secuestro, desempleo, falta de crecimiento entre otros problemas son resultado en buena medida por la incapacidad de la clase gobernante de responder a la necesidades de la ciudadanía y mientras ni siquiera exista una forma efectiva de castigar o premiar el desempeño de funcionarios por parte de sus gobernados seguiremos en una espiral de decadencia hasta que la democracia pacífica en el país se vuelva inviable. Como ya hay indicios de que ha comenzado a suceder. Si es que Peña Nieto se asegura la silla presidencial y tiene la intención de asegurar gobernabilidad se tendrá que apresurar para revertir actitudes y decisiones previas, so riesgo de generar un choque de trenes entre las élites gobernantes y la sociedad misma como ha mencionado Lorenzo Meyer.
  Evidentemente la posibilidad de reelección inmediata no resuelve los problemas del país pero si sería un buen inicio en la construcción de métodos de rendición de cuentas. Por otro lado tendría que haber reservas a esta posibilidad de reelección inmediata. Se debería permitir que solo sea un número limitado de veces  y que incluya presidentes municipales, senadores, diputados locales, y únicamente diputados federales uninominales dado que de incluir los plurinominales se arriesga a un enquistamiento en el poder por parte de personajes nocivos promovidos por los partidos como advierte John Ackerman. En caso de permitir la reelección inmediata de diputados federales plurinominales se debería exigir la apertura de las listas lo cual no ocurre hoy. Es insultante como nos indica el politólogo José Merino y otras organizaciones que México es la única democracia del mundo que simultáneamente prohíbe la reelección inmediata y candidaturas independientes de los partidos políticos.
 Al final a pesar de aprobarse la reforma política y de promover el hecho como un triunfo en la propaganda oficial de la Cámara de Diputados, la realidad es que se aprobó una broma de lo que inicialmente contenía la reforma y simplemente abona a la frustración de la ciudadanía con su clase política más empeñada en satisfacer a los partidos y sus intereses que los de la colectividad ciudadana.
Es por ello que Ivonne Álvarez haría bien en dejar de tomarse la demandas ciudadanas como una agresión personal y en su lugar debería sacar su frustración en contra de su mismo partido y pedir que se flexibilice en cuanto al tema de reelección inmediata y de paso recomendar que dejen de usar argumentos en contra de ello iguales a los que utilizaban los priistas en la década de los treinta como señalado por José Antonio Crespo.
Por otro lado recuerdo un pequeño dialogo que sostuve con la columnista y politóloga Natalia Szendro, y aunque coincido en estar en desacuerdo con la llamada de Javier Sicilia a anular el voto en la elecciones de 2012, por otro lado apoyo la decisión de este en rechazar un oferta por parte del PRD a el poeta para ser legislador en el congreso. Como señalé a Natalia en su momento, el problema radica en que mientras no cambien las reglas del juego es muy difícil poder ejercer una influencia en el congreso formando parte de él. Ya hemos visto como personajes en principio un tanto más cercanos a la causa ciudadana acaban siendo comidos por los partidos como es el caso de Santiago Creel o el más reciente de Isabel Miranda de Wallace. Efectivamente la verdad es que mientras no cambien las reglas del juego se ejerce una mejor presión desde afuera para que precisamente cambien estas reglas del juego.
Es por ello que prestaremos atención al caso de Ivonne Álvarez y Fernando Larrazábal porque a falta de instrumentos la ciudadanía no se ha quedado de brazos cruzados y al contrario ha optado por informarse, organizarse y utilizar los recursos actuales que la legislación le permite, que anteriormente ya sea por miedo o ignorancia no se había utilizado.